Según Alian Lomax (1968; Lomax y
Arensberg, 1977) y sus colaboradores, por ejemplo, ciertos aspectos de la
canción, la música y la danza guardan una estrecha relación con el nivel de
subsistencia alcanzado por la cultura. Los pueblos organizados en bandas y
aldeas suelen manifestar un complejo de música, canto y danza diferente del de
las jefaturas y estados.
Clasificando las culturas con
arreglo a su posición en la escala de la tecnología de subsistencia se llega a
correlaciones como:
Complejidad y tipo de la
orquesta. Los sistemas avanzados se correlacionan con obras musicales que
requieren mayor número de músicos y una variedad de instrumentos más amplia.
Estilos de danza. Los sistemas avanzados se correlacionan
con estilos de danza en los cuales muchas partes del cuerpo tienen que realizar
movimientos o «representar papeles» distintos. Además, cuanto más avanzado es
el sistema de subsistencia, más tiende la danza a centrarse en complejos movimientos.
Las orquestas grandes y
complejas, por ejemplo, reflejan la capacidad estructural de la sociedad para
formar grandes grupos coordinados. No obstante, esto está sujeto a una amplia
controversia.
Aunque, como acabamos de ver,
muchos aspectos estilísticos del arte han evolucionado hacia formas más complejas,
otros aspectos tal vez fueran tan complejos entre los cazadores y recolectores como
lo son hoy en día. Ejemplo de ello es el caso de la retórica campa.
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